Conmemoración del Bicentenario de la Libertad e Independencia.

Foto: Secretaría de Cultura de la Presidencia de la Nación - Mauro Rico - 22 de marzo de 2016
Foto: Secretaría de Cultura de la Presidencia de la Nación – Mauro Rico – 22 de marzo de 2016

Conmemoración del Bicentenario de la Libertad e Independencia.
9 de julio de 1816 – 9 de julio de 2016, Declaración de Nuestra Independencia.

Proyectar Nación


Doscientos años atrás algunos ciudadanos notables, representando los territorios de lo que hoy son nuestras provincias así como de otras tierras que hoy conforman países hermanos, se reunían en Tucumán,  en el llamado “Congreso de las Provincias Unidas”, para definir la idea de una nueva Nación.

El Congreso comenzó a deliberar el 24 de marzo de 1816 bajo la amenaza externa de la Santa Alianza que ensombrecía los sueños de libertad declarados en 1810. Esta situación aceleró la empresa iniciada aquel año y obligó a los hombres a intentar dejar de lado ciertas diferencias políticas e ideológicas a fin de trabajar en conjunto en función del ideal de alcanzar la Libertad e Independencia verdaderas.

El 9 de julio de 1816, la unanimidad primó en el Congreso cuando se determinaba el deseo y vocación de declararnos independientes y libres; y como resultado, los representantes aclamaban de pie la Independencia de las Provincias Unidas de América del Sud y dictaron el Acta de Independencia.

Estos antecedentes sumados a las aclaraciones y diferencias posteriores que modificarían límites, capitales y formas de gobierno nos deben llevar a meditar sobre qué hacemos a nivel personal como ciudadanos libres e independientes y cuánto compromiso asumimos para con nuestra nación y patria.

Comprometernos, educarnos y trabajar en la vida social, política y económica de nuestro país es participar y de alguna manera es conocer e influir sobre nuestros representantes e instituciones y así, construir la idea del país que queremos.
Debemos recordar y aumentar el sentimiento de comunidad y recordar que el bienestar de nuestro pueblo depende de aumentar las buenas características que tenemos como argentinos y de reducir el egoísmo y la falta de respeto hacia el otro que muchas veces nos caracteriza.

Hoy vivimos en una relativa paz y orden civil y ello no debe hacernos desconocer u olvidar la cantidad de sangre que se derramó desde 1810 para que seamos libres e independientes. La mancomunidad, con diferencia de opiniones es parte de la realidad humana y debemos saber convivir con ella. El respeto a las instituciones es clave para que el orden y la paz social nos siga alcanzando y brindando un bienestar que, durante nuestra vida, debemos aumentar para nuestros hijos e hijas.

Desde Proyectar Nación consideramos fundamental mejorar la calidad educativa en esa construcción de porvenir. Jerarquizar ese servicio público será la garantía de futuros ciudadanos comprometidos, funcionarios honestos y consecuentemente instituciones que fortalezcan y sostengan con firmeza los ideales de libertad e independencia, que 200 años atrás, pioneros diputados provinciales supieron priorizar ante sus diferencias. Esperemos que recordar ese enorme acontecimiento, colabore también en nuestro presente, fortaleciendo la tolerancia necesaria en cada ciudadano para una construcción colectiva que nos trascienda.

Conmemoremos con alegría nuestra Libertad!