En el día del periodismo, un breve análisis desde Proyectar Nación.
Para Proyectar Nación
Ildefonso Correas Apelanz (M.S./M.A.)
En el día de hoy, 7 de junio, se celebra el día del periodista y desde nuestro espacio, Proyectar Nación, queremos reflexionar sobre preguntas analíticas, que creemos, son importantes hacernos:
¿qué es ser periodista? ¿qué define a un periodista como tal? ¿qué significa el periodismo en la era de las plataformas y redes sociales? ¿qué roles tiene el periodista en la sociedad? ¿cómo se vinculan los roles del periodismo con la corporatización de los medios a través de grupos económicos que actúan como entes controladores? De hecho, y en esta línea de preguntas, pensamos en el concepto de noticia. ¿Qué es la noticia? ¿Cuándo un hecho tiene valor como noticia? ¿Quién/es definen si algo va al aire/la prensa y con que lógica? ¿Qué pasa con las voces que el periodismo corporativo decide ignorar? ¿Existe realmente la objetividad periodista? ¿Se puede ser objetivo, neutral, ante las injusticias sociales? ¿A quien beneficia esa supuesta objetividad periodística o de investigación?
Desde ya que las preguntas son guías de nuestra lectura ya que la misma forma nuestra articulación escrita. Desde nuestra posición, pretendemos generar dudas para el trabajo intelectual continuo.
Por otro lado, esta el tema del público, del lector, del consumidor, de aquel que quiere estar informado o que simplemente quiere saber algo de lo que sucede en su lugar de residencia o áreas de interés. Desde esa perspectiva, desde ese espacio de lector, pensador, investigador, y de alguna forma activista social y educador es que me hice periodista. No soy periodista de profesión; es más, puedo decir que varios de nosotros nos hemos hechos periodistas sin específicamente proponernos este desafío profesional; pero aquí nos encontramos.
De tal forma, mi formación periodística es en realidad una experiencia desde la recepción de los mensajes informativos y de opinión que matiza el haber recorrido las calles de la Capital y el Gran Buenos Aires con una formación educativa y finalmente académica cuya influencia, decididamente feminista, cuestiona la posición del investigador y/o periodista en relación con aquellos a los que investiga o cuestiona desde el periodismo. Desde ese ángulo metodológico, la objetividad solo sirve a los intereses hegemónicos, normativos masculinos que tienden a confirmar dicha hegemonía bajo la neutralidad de los hechos analizados. En Proyectar Nación, esa neutralidad esta siempre en crisis y cada uno de nosotros la cuestiona desde su propio acercamiento al tema que nos ocupe.
Por otro lado, el periodismo posa la pregunta de quien genera noticias y quien no. Quienes son figuras generadoras de noticias y quienes no ven la luz de sus problemas en los medios masivos de comunicación. Sin duda, la tecnología nos ha abierto un sinnúmero de posibilidades como registros alternativos de lo que sucede. Ciertamente que la pluralidad de registros, confiables o no, hacen que el periodismo este en las calles, en las zonas más carenciadas, en los lugares menos tránsitados, que circule en fronteras no tradicionales de la información y el conocimiento.
El espacio del periodista ha quedado definitivamente cuestionado por mujeres y hombres que no se ven reflejados en las grandes cadenas corporativas de noticias. La radio, la TV, y la prensa han dejado de ser los lugares exclusivos de formación, información y entretenimiento. Dicho proceso tiene, para mi, una doble lectura: por un lado le da mucho poder al usuario, para elegir a quien «seguir», pero por el otro, genera una responsabilidad mayor a la hora de seleccionar voces formadoras de opiniones en medios no alternativos. Más aún, la enorme cantidad de información que se produce hace imposible seguir todo lo que sucede en los ámbitos locales, regionales y globales. Pero esa crisis de información sobrecargada y que llena las pantallas a toda hora pone de manifiesto una necesidad neta: el pensamiento crítico. Creo que un objetivo importante de Proyectar Nación es (re)valorar un acto que no se práctica a menudo: pensar.
(Acá hago un paréntesis…
[En medio de este proceso intelectual que es la escritura, se entrelazan los hechos cotidianos, mi hijo congestionado, que esta cansado porque vio jugar a la Argentina aunque se quedó decepcionado porque no jugó Messi. Encima vomitó por las flemas, lo cual es en si todo un tema de preocupación y sobre todo de limpieza. Luego, ya más recuperado de una mañana movidita mechando palabras en la compu o en papelitos con crayones, llegó el almuerzo liviano para él y un café expreso para mí, y una conversación entre mi hijo y yo porque me pregunta precisamente eso: que estoy pensando…?])
Mientras escribo estas líneas, mi hijo –almorzando al lado mío– me pregunta que estoy haciendo. Le respondo que estoy escribiendo un artículo sobre el día del periodismo y lo que el periodismo significa. La charla me lleva a explicarle a mi hijo de 4 años y medio, que su padre tiene varias funciones sociopolíticas. Por un lado soy educador universitario y por lo tanto investigador académico; pero más importante que eso es el componente social de la investigación; ya que el mismo es, desde una perspectiva Freiriana, un agente de cambio social ante las injusticias que ocurren en nuestra sociedad. Esta conversación no ocurrió exactamente en estos términos que escribo (aunque esa fue la agenda de la conversación), pero ciertamente me ayudó a autoevaluar mi contribución en Proyectar Nación o en Revista Con Efecto, al margen de mis aportes académicos. Sin duda que aunque el contacto con nuestros lectores no sea tan constante como el que quisiéramos, lo que intentamos es ofrecer alternativas de dialogo, opinión y debate para crecer en la búsqueda de una identidad que proyecta una nación que nos incluya a tod@s.
Por otra parte, la conversación con mi hijo, me lleva (re)pensar la idea sobre la noticia, la información, los hechos y a quienes les pasa. Mientras escribo, hay hombres y mujeres en guerra, chicos y chicas desnutridos, falta agua potable en muchísimos lugares de este mundo aún cuando la tecnología hace posible que las distancias estén desdibujadas. La lista puede seguir y ocuparnos cada minuto de nuestra existencia. De ahí que la construcción de la noticia y las opciones de las mismas estén socialmente embarradas por aquellos que tienen (tenemos) un micrófono en la mano en medio de canales tradicionales o alternativos. Nosotros, somos conscientes de lo que hacemos a pesar de nuestro humilde aporte y este sensación de marginalidad que tenemos por ser un medio de pocos recursos y alternativo.
Sin embrago, los hechos son motivos para reflexionar y dialogar de manera tal de poder generar una visión crítica ante todo lo que estamos expuestos. Es imposible cubrirlo todo. Las grandes cadenas internacionales como CNN tienen varios canales que de alguna manera compiten entre ellos. Imposible asimilar dicha producción de noticias durante las 24 horas de manera continua. Imposible leer los cientos de miles de blogs que se han generado –y continúan creciendo– en la Internet. Lo que si es posible, al menos es lo que creemos en Proyectar Nación, es generar herramientas de análisis para debatir las ideas (y no las personas) y construir por medio de esos debates, pensamientos justificados (de opinión pero basados en premisas y argumentos) para operar dentro la critica constructiva y social, promoviendo un cambio ante las injusticas sociales. Son ustedes, los lectores y receptores, entonces, también periodistas y agentes de cambio porque su opinión cuenta y nos hace rendir cuentas de lo que hacemos en conjunto, es decir lo que ustedes y nosotros –tod@s nosotr@s– desarrollamos en proyectar nación.
A todos ustedes y nosotr@s vaya nuestr@ saludo por un periodismo independiente y sumamente crítico.