Mag. Agostina Salman – Proyectar Nación
La crisis de la deuda soberana en Grecia se sitúa en el año 2009 como una de las primeras cinco crisis de deuda soberana en la eurozona, conocida más adelante como “la crisis del euro”, y podemos decir que tuvo su fin en 2018. Durante su transcurso, la Unión Europea se enfrentó a un dilema, ya que no existía una cláusula en los Tratados constitutivos que permitiera a sus Estados miembros rescatar financieramente a uno o varios de ellos. Por otro lado, una intervención del Fondo Monetario Internacional no contentaba a todos los miembros de la eurozona, porque recurrir a él podía dañar la credibilidad del euro. Entre tanto, surgieron rumores sobre un posible riesgo de contagio, por lo que la situación griega alteró la confianza en los mercados financieros y llevó a los inversores a retirar su dinero de esos mercados, amenazando romper la estabilidad económica europea.
La crisis condice con la asunción de Yorgos Papandreu, entonces Presidente del Partido Socialista local, como Primer Ministro. Poco tiempo después de ganar las elecciones de 2009, Yorgos anunció que la situación económica del país era catastrófica y que el déficit presupuestario para aquel año sería muy superior a lo que había anunciado el gobierno precedente. También reveló que se había disimulado el verdadero tamaño de sus deudas ante la Comisión Europea desde hacía una década. A finales de ese año, los temores de impago de la deuda soberana se esparcieron entre los inversores que veían difícil la capacidad de que el Gobierno griego cumpliera con sus obligaciones de deuda.

El 8 de diciembre de 2009, la Bolsa de Atenas se desploma un %6. En enero de 2010, un informe de la Comisión Europea acusa a Grecia de irregularidades sistemáticas en el envío de datos fiscales al Ejecutivo comunitario. Como respuesta, el gobierno de Papandréu presenta un programa de austeridad para reducir el déficit público, pero la Comisión le recomienda recortar los salarios. En marzo, el Gobierno griego aprueba nuevas medidas para ahorrar 4.800 millones de euros, mediante recortes en el gasto público y aumento de impuestos. Entonces, los jefes de Estado y de Gobierno de la eurozona, acuerdan el mecanismo para proceder al rescate de Grecia.
Generalmente, cuando un país tiene problemas económicos internos, suele llevar a cabo una devaluación de la moneda, pero en el caso de Grecia esto no era posible al pertenecer a la eurozona. Volver al dracma permitiría a Atenas hacer devaluaciones competitivas para impulsar sus exportaciones pero el golpe a la credibilidad del área de la moneda única podría haber desintegrado el euro. En consecuencia, el 2 de mayo de 2010, el Banco Central Europeo, la Comisión Europea y el FMI, respondieron a la crisis con el lanzamiento de un préstamo de rescate.

De esta forma, frente a la inminente quiebra de Grecia, se acordaron dos medidas importantes: un plan de apoyo a Grecia consistiendo de préstamos bilaterales de los países de la eurozona por un valor de 80 mil millones de euros y otros 30 mil millones de préstamos del FMI. Además, el plan de rescate estipulaba que en 2012 Grecia debía captar en los mercados la mitad de los recursos que necesitaba y el 100% para 2013, pero la Comisión asumió que Grecia no estaría en condiciones de captar recursos en los mercados internacionales a inicios de 2012 y que por tanto habrá que llevar a cabo un segundo plan de austeridad.
La Troika ofreció a Grecia un segundo préstamo de rescate por 130 mil millones de euros en octubre de 2011, siendo su activación estrictamente condicional a la implementación de más medidas de austeridad y a un acuerdo de reestructuración de su deuda. Sorprendentemente, el Primer Ministro griego respondió anunciando en noviembre de 2011 un referéndum sobre el nuevo plan de rescate, pero tuvo que echarse atrás ante la intensa presión del resto de Estados de la UE, quienes le amenazaron con no entregar un pago pendiente de 6 mil millones de euros que Grecia necesitaba.
El 10 de noviembre de 2011, Papandréu optó a cambio por dimitir tras un acuerdo con los partidos Nueva Democracia (Grecia) y Concentración Popular Ortodoxa mediante el cual se nombraba a Lukás Papadimos, doctor en economía y con experiencia en bancos y finanzas, como nuevo Primer Ministro de un Gobierno de unidad o coalición, siendo responsable de implementar las medidas de austeridad necesarias para abrir paso al segundo rescate. Posteriormente, en el año 2015, Grecia tuvo un corralito, que duró desde el 29 de junio hasta el 20 de julio, aunque iba a ser hasta el 7. Un día antes del inicio, el 28 de junio, se anunció la intención del gobierno de bloquear la totalidad de los depósitos bancarios y cerrar temporalmente las oficinas bancarias. El 11 de agosto de 2015, en Atenas, el Gobierno griego y las instituciones acreedoras alcanzaron un acuerdo sobre un tercer rescate al país y el paquete de acciones que Grecia deberá cumplir a cambio de recibir el primer desembolso, que fueron aprobados tres días después en el Parlamento griego.
El 14 de agosto fue autorizado el tercer rescate de Grecia, lo que supone un nuevo programa de asistencia financiera de hasta 86 mil millones de euros y tres años de duración, para evitar la salida de Grecia de la eurozona. Las medidas de austeridad implementadas en Grecia contribuyeron a reducir el déficit primario antes del pago de intereses pero como efecto colateral también contribuyó al empeoramiento de la recesión griega. Adicionalmente, para finales de 2014, su tasa de desempleo del %26 era la más alta de la UE y el %51,2 de los jóvenes entre 15 y 24 años estaban desempleados. Además, cerca de 2,5 millones de griegos vivían por debajo del umbral de la pobreza, situación que afectaba al %40 de los niños griegos y al %45 de los jubilados y pensionistas.
Y es que, las consecuencias sociales de la crisis, sin contar el debilitamiento democrático e institucional y el aumento de la emigración, se tradujeron en un deterioro generalizado de los niveles de salud y un incremento de los niveles de violencia y delincuencia. El crecimiento de la deuda pública griega, desde los años 80, en pocas palabras, se debió al pago de tipos de interés muy altos a los acreedores, un excesivo gasto militar, la pérdida de ingresos fiscales por flujos ilícitos de capital, la recapitalización estatal de los bancos privados, el aumento drástico de deuda privada por parte de los principales bancos griegos tras la adopción del euro; y, principalmente, la falsificación de los datos macroeconómicos.

Contra todo pronóstico y tras duros años de austeridad y recorte, donde los trabajadores vieron recortados sus salarios, congeladas las pensiones y aumentada su edad de retiro, el gasto de los consumidores se desplomó, las tasas de desempleo se dispararon y los muchos negocios tuvieron que cerrar; Grecia hoy es una de las economías de más rápido crecimiento de Europa. Y el desempleo, que sigue siendo elevado a comparación de otros países de la UE, está en su nivel más bajo en una década. El turismo regresó masivamente, alimentando el auge de la construcción y de nuevos puestos de trabajo. Multinacionales, como Microsoft y Pfizer, están invirtiendo en el país, y los bancos, que casi habían colapsado, pudieron sanear sus cuentas y el crédito se restableció, en beneficio de la economía en su conjunto.
El actual primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, un político conservador de gran apoyo para el mundo empresarial, fue reelegido en junio del año pasado por abrumadora mayoría: el electorado le atribuye el mérito de impulsar la recuperación mediante la reducción de impuestos y de la deuda. El gobierno simplificó la burocracia para las empresas y aumentó el salario mínimo. De hecho, está devolviendo antes de lo previsto el dinero del rescate internacional. La directora del FMI, Christine Lagarde, advirtió que los esfuerzos por reformas más grandes siguen siendo claves para una recuperación económica y un crecimiento duradero en Grecia, y que el país aún necesita mejorar la forma en que recauda impuestos, eliminar a los funcionarios no calificados y renovar su programa de privatización. Aunque siempre queda un camino por delante, donde cada día cuenta, los peores días de la cuna de la historia y filosofía Occidental parecen haber quedado atrás.
Bibliografía consultada.
Sitio Web Oficial de la Unión Europea, 2024. https://european-union.europa.eu/principles-countries-history/eu-countries/greece_es
Bolsa de Atenas, 2024. https://datosmacro.expansion.com/bolsa/grecia
Banco de Atenas, 2024. https://www.bankofgreece.gr/en/
Diario La Nación, 2024. https://www.lanacion.com.ar/el-mundo/como-esta-grecia-diez-anos-despues-del-ajuste-feroz-que-la-saco-del-borde-del-precipicio-nid27052024/
BBC News, 2015. https://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/07/150704_internacional_glosario_crisis_griega_hr
BBC News, 2015. https://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/06/150626_teoria_juegos_crisi_grecia_lp
BBC News, 2017. https://www.bbc.com/mundo/noticias-38925961
Euronews, 2024. https://es.euronews.com/2024/04/16/el-primer-ministro-griego-kyriakos-mitsotakis-anuncia-los-candidatos-de-su-partido-a-las-e