
Entrevista a la Dra. Daniela Lucena:
Durante los últimos días de Mayo, ya casi 20 días atrás, tuve el privilegio de viajar a la Ciudad de New York para estar presente en la conferencia de LASA 2016 (Latin American Studies Association). LASA reúne a investigadores de toda Nuestra América para compartir una increíble variedad de ponencias sobre una variedad de temas políticos, sociales, culturales, económicos, y literarios, entre otros. El presente artículo para Proyectar Nación es solo una muestra reducida de los trabajos presentados en la conferencia que tuvo más de 250 presentaciones distribuidas en paneles de diferentes combinaciones temáticas.
Entre las ponencias observadas, al margen de la que yo mismo presenté, tuve el placer de conocer el trabajo de muchos docentes, intelectuales e investigadores argentinos. La Argentina estuvo muy bien representada por medio de docentes provenientes de la Universidad de Buenos Aires, Universidad Nacional de Quilmes, Universidad Nacional de Tres de Febrero, Universidad Nacional de San Martín, Universidad Católica Argentina, y Universidad Torcuato Di Tella, entre otras.
Entre las muchas presentaciones de argentin@s, quisiera centrar nuestra atención al trabajo presentado por la docente e investigadora Dra. Daniela Lucena, docente de la Universidad de Buenos Aires, titulado “Estación Callao: performance en el espacio público de la Ciudad de Buenos Aires durante los años 80”, fue parte de un panel denominado “Revueltas de la memoria: activismos y militancias pos-autoritarias en los teatros/performance de Argentina y Chile (Parte 1)”. Con la intención de “desmontar, desde la práctica y la intervención de performática o teatral, los contratos sociales que sustentan los Estados pos-autoritarias de Argentina [foco del trabajo de la Dra. Lucena, y que] indaga los enclaves de emergencia de performance ciudadana” (LASA).
Luego de su presentación, la Dra. Lucena tuvo la gentileza de conversar conmigo y de dicho encuentro surge esta entrevista que a continuación comparto con l@s lector@s de Proyectar Nación sobre su ponencia.
Daniela Lucena, es Doctora en Ciencias Sociales, es investigadora y docente de la UBA. También es investigadora del CONICET y se especializa en el estudio de los vínculos entre arte, cultura y política. Dicta clases de grado y de posgrado en la UBA, la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) y la Universidad Nacional del Arte (UNA). Es autora del libro «Contaminación artística. Vanguardia concreta, comunismo y peronismo en los años 40» (Biblos, 2015) y también ha publicado sus trabajos en catálogos y revistas nacionales e internacionales. Se desempeña, además, como evaluadora de la Fundación ph15.
A modo de introducción, comparto el resumen de su presentación, escrito por la misma Dra. Lucena para LASA 2016.
Respecto del trabajo de la Dra. Lucena, este se centra en las experiencias de un arte en movimiento, del arte en la Estación Callao. En este sentido, hablamos de un arte público donde el territorio de comunicación es la calle –como puente de conexión– y donde el arte tiene un doble propósito: comunicar arte y servir como conexión de comunicación entre la gente cuyo punto de partida es el arte. Es decir, hacer del arte una expresión que posibilita hablar del arte pero también de la transgresión: del arte, los géneros artísticos y los espacios del mismo; como el hecho de trasladar el arte de las galerías al movimiento de los transeúntes.

Parte de su ponencia hizo hincapié en el Grupo Las Inalámbricas, grupo de mujeres que exploraban la moda como una experiencia creativa –y no comercial– de vestirse. La moda se erige para Las Inalámbricas como una forma de arte en movimiento ya que el arte esta en el cuerpo… (Poner el Cuerpo)1… Esta fusión de elementos no comerciales donde la pintura, la vestimenta, la actuación pública –con o sin sonido– radicalmente transgreden no sólo lo espacios tradicionales en los cuales el arte no se haya pero también los modos y características de los géneros artísticos. De alguna manera hablamos de romper con las ideas burguesas del arte y su fragmentación. Es importante remitirnos al contexto sociopolítico del momento histórico al cual nos lleva la Dra. Lucena. Es el inicio de los 80s desde el cual deviene el retorno de la democracia en el 83 como resultado de la Guerra de las Malvinas dentro de un estado dictatorial, represor y con los desaparecidos haciendo sombra a un estado militar-nacional en decadencia absoluta. Desde esa perspectiva histórica, el arte de 83 murales pintados en la Estación Callao aparece como una muestra del arte pasajero o del pasajero y la explosión de los colores post Dictadura.
Un aspecto muy interesante y a modo de conclusión radica en la desaparición de los murales por pedido propio de los usuarios que criticaron duramente la propuesta por considerarla transgresora. La ¡internalización de la dictadura! por medio de controles civiles se manifiesta ante las transgresiones artísticas.

Proyectar Nación (PN): ¿Como nace este proyecto de investigar el arte de la estación Callao?
Dra. Daniela Lucena (DDL): El interés surge porque estaba investigando el arte de los 80s, pero no el arte que usualmente vemos en los museos o galerías, sino el arte que se produjo por fuera de las instituciones. Concretamente, desde el año 2008 estoy estudiando acciones estéticas desarrolladas en el llamado under porteño. En ese contexto me encuentro con los murales de la estación Callao.
PN: ¿Cuáles eran las hipótesis de trabajo? ¿De qué forma las mismas se cumplieron? ¿De qué manera se desviaron de las premisas originales?
DDL: Las hipótesis eran que existía todo un entramado de experiencias estéticas que se llevaron a cabo en los circuitos marginales del campo cultural de la época, y que esas acciones podían leerse como una respuesta de resistencia y confrontación frente al terror diseminado por la última dictadura miliar en Argentina. Aunque mucas de las experiencias artísticas tuvieron lugar luego del retorno democrático, es posible encontrar la persistencia del miedo como regulador de las relaciones sociales. Me parece que todas esas iniciativas estéticas, en las cuerpo jugó un lugar central, constituyeron una micropolítica de la vida cotidiana que apuntó a recuperar el vínculo con el otro y a disfrutar, a pasarla bien, a pesar de todo lo ocurrido.
PN: ¿De qué manera este grupo de artistas tiene una continuidad pre-post democracia y como esa transición produjo cambios en su desarrollo como artistas?
DDL: Algunos continuaron después del retorno democrático y sus iniciativas se diversificaron y crecieron y llegaron a más público que cuando eran pequeñas acciones del under. Tengamos en cuenta que no estoy hablando solamente de las artes plásticas, sino de experiencias donde había performers, actores, músicos y artistas. Eran acciones multidisciplinarias. Entonces, por ejemplo, en el caso del rock ocurrió que muchas de esas bandas se volvieron mainstream, Soda o Los Twist, Virus o los Redondos, por ejemplo. En el caso de los actores yo creo que el Parakultural fue emblemático, ya en democracia, de las nuevas poéticas las nuevas formas de hacer teatro dejando la palabra de lado y poniendo el cuerpo como principal protagonista. Cemento también vio confluir, durante su primer año sobre todo, muchas de esas acciones experimentales multidisciplinarias. En otros casos, ocurre que con el regreso de la democracia los grupos se disuelven y los artistas siguen su camino individualmente.
PN: ¿Qué es lo que más te sorprendió de esta investigación, en otras palabras, cuál fue tu momento de uaou!!? ¿Cómo creciste en lo personal/educativo como consecuencia de esta experiencia? ¿Por qué?
DDL: Lo que más me sorprendió fue que empecé siguiendo la pista de dos o tres experiencias artísticas y a medida que iba entrevistando a los protagonistas de esa escena aparecían más y más acciones y obras que eran desconocidas hasta ese momento. También fue interesante ver como a la par de la investigación se iba formando un cúmulo de fotografías, obras, afiches, recortes periodísticos, entradas, videos, que cada entrevistado me daba como testimonio de esos años. Todo ese material, inédito, se transformó en un archivo que fue mostrado (parcialmente) en la muestra «Perder la forma humana. Una imagen sísmica de los años ochenta en América Latina». Esa exposición se mostró en el año 2012 en el Museo Reina Sofía de Madrid, en el 2013 en el MALI de Lima y en el 2014 en el MUNTREF de Buenos Aires. No solo se exhibió allí este material; la muestra planteaba un recorrido por diversas acciones estético-políticas muy disruptivas, desarrolladas en todo el continente durante los 80. Mi aporte fue apenas un granito de arena al equipo de investigadores de la Red Conceptualismos del Sur que estuvo a cargo de la investigación y curaduría de esa expo.

PN: ¿Qué anécdota te gustaría compartir con nosotros en relación con las ideas de memoria y nación?
DDL: Sobre la construcción de la memoria: fue muy emocionante como muchos de los entrevistados se abrieron a recordar años muy duros de su juventud y a contar experiencias que hasta entonces estaban como escondidas, esperando para salir a la luz. También es interesante que muchos miraban las fotos de los otros (que nunca habían visto) y a partir de eso recordaban cosas olvidadas. Es que nunca recordamos solos: incluso nuestra memoria individual es social y está atravesada por lo que cada época está dispuesta a escuchar a y ver del pasado.
PN: Hablamos después de tu presentación sobre la idea de internalizar la dictadura, la violencia, la vigilancia… ¿De qué manera esas nociones han cambiado (o no) en relación a la realidad actual? ¿De qué forma el arte nos da indicios para justificar la/tu respuesta?
El presente de Argentina hoy nos enfrenta a discursos y a gestos políticos que me alarman. Un Ministro que dice que no hubo 30.000 desaparecidos, un diario como La Nación que publica un editorial llamando a olvidar el pasado, el presidente acaba de modificar un decreto de Alfonsín y le devolvió la autonomía a las Fuerzas Armadas. Ya hay muchas iniciativas de artistas que cuestionan todo esto. Creo que el arte será una herramienta clave en la construcción de nuevos imaginarios y acciones contraculturales que nos permitan transitar de la mejor manera posible este nuevo escenario.
Muchísimas Gracias a la Dra. Daniela Lucena por su tiempo y su buena predisposición. Para aquellos interesados en leer más del trabajo intelectual de esta investigadora, por favor visiten estos links:
http://asri.eumed.net/4/guaridas-underground-dionisios.pdf
http://www.nuevasion.com.ar/articulo.php?id=5953
El primero link hace referencia al trabajo “GUARIDAS UNDERGROUND PARA DIONISIOS: PRÁCTICAS ESTÉTICO-POLÍTICAS DURANTE LA ÚLTIMA DICTADURA MILITAR Y LOS AÑOS 80 EN BUENOS AIRES” publicado en la revista “Arte y Sociedad, Revista de Investigación”.
El segundo link, es un artículo escrito por la Dra. Lucena y Gisela Laboureau, también socióloga y docente de la UBA, y publicado en la revista digital Nueva Sion.

