RESPETOCRACIA: ¿Qué habrá de esto en la Argentina?

RESPETOCRACIA: ¿Qué habrá de esto en la Argentina?

Proyectar Nación

 Ildefonso Correas Apelanz (M.S./M.A.) & Lic. Pablo Andrés Gambandé


 

Respetocracia: entendida como una democracia (mult)inaria de, respeto hacia y autonomía de, todas las voces[1].

Mientras se editaba la nota relacionada con los agravios de Santander, el político formoseño, a Carlos Tevez, se vivía en la argentina, un estado de malestar general provocado por los diversos incidentes en Tucumán como consecuencia de las elecciones en la misma.

Tucumán1-Sonia Palavecino

De dicho artículo, se desprenden al menos tres temas que son relevantes a la hora de presentar nuestro análisis sobre la agonal experiencia política que vive la Argentina; la triada de temas se vincula a través del respeto. Primero, respeto entre nosotros, respeto a las instituciones democráticas y de las mismas hacias los ciudadanos que conforman un país. Segundo, el respeto a las ideas, independientemente del origen que tengan o de sus supuestas intenciones percibidas y por último, está el tema del respeto a lo que se reconoce como verdad, a lo que se informa, es decir, el respeto de los medios a los hechos y a cómo estos son presentados, silenciados o desfigurados a la opinión pública.

Con el concepto de respeto como uno de los principales valores sociales y políticos, elaboramos este trabajo para una vez más referirnos a los medios de comunicación, y por último, dejar nuestra visión de lo que proyectar una nación significa para nosotros.

Comenzando en la mañana del martes 25 de agosto del 2015, en el programa “La Mañana”, Víctor Hugo Morales se refirió a las manifestaciones efectuadas en Tucuman con una simpleza en su análisis que nos resulta difícil comprender[2]. La facilidad de acceder a un micrófono propio para articular una opinión e influir en la construcción de la opinión pública nacional, le asignan a este periodista una responsabilidad que no pareció haber sido ejercida de la manera más idónea como la que podría ser esperada.

Su voz no sólo articula sus propias ideas, sino que también influye en opiniones ajenas dado el eco que representa el alcance de Radio Continental –Hoy pertenece al Grupo PRISA, de origen español y dueña de el diario el EL PAÍS y parte de Papel Prensa entre otros– que por lo tanto sus palabras dejan huellas, para bien o mal, y que creemos debieran ser conmensuradas a los hechos de la mejor manera posible.

Acusaciones vacías, a boca de jarro, y sin ser constatadas son herramientas de una prensa amarilla que supongo, no es el periodismo que busca ejercer Victor Hugo Morales.

Pero analicemos sus dichos. Morales indicó que la convocatoria en Tucumán, a raíz de las irregularidades en las elecciones en dicha provincia, se ideó y ejecutó por el Grupo Clarín, más precisamente por Héctor Magnetto, Director Ejecutivo de dicho medio corporativo. Las personas que se congregaron en Tucumán, como respuesta a lo que percibían como fraude electoral, para el periodista fueron simple autómatas seguidAnother Brickoras de los intereses corporativos del Grupo Clarín. Desestimando, absoluta y categóricamente, la autonomía de parte del pueblo tucumano. Los redujo en sus palabras a la imagen de los martillos caminantes[3] o a la figura de alumnos caminando en fila sin rumbo o sin voz por pasillos de otros[4].

En sus declaraciones, Morales expresa que le es “imposible no hacer otro análisis” que el realizado por él. De sus comentarios, inferimos que no entiende que haya voluntades en los tucumanos concentrados. Deducimos que cada persona que se sumó a las diferentes manifestaciones lo hizo siguiendo un plan magistral –que encima sólo atiende los intereses ajenos a los tucumanos– puesto que es imposible concebir la idea que opinar contradiciendo al gobierno de turno significa únicamente estar en las filas de la oposición. No existe en el discurso Morales, o también en el caso Tevez-Santander, una postura política (mult)inaria. En otras palabras, no existe en ese discurso la opción a algunos se opongan a la polarización de la política o a un sistema binario que solo consiste en dos alternativas: oficialismo absoluto u oposición total. Retomando el mensaje radial del periodista, en otro momento calificó al candidato a presidente por el PRO, Francisco Macri como operador político de Magnetto aduciendo que habían conformado una “operación espantosa” en Tucumán por medio de la cual esperaban encontrar “dos o tres muertos” y así llegar al dramatismo necesario en los medios opositores al oficialismo. En definitiva, más allá de invalidar las reacciones de una parte de la sociedad tucumana, Morales injustamente concibe cualquier acción o reacción en contra del gobierno kirchnerista como una confabulación del Grupo Clarín.

Ya habíamos mencionado en nuestro texto anterior, como Santander increpó en sus abruptos al jugador de fútbol Carlos Tevez, preguntando: “¿Cuánto te pagó Macri podrido de mierda?”. Una vez más, la opinión o la reacción, que como en este caso y que va cargada de toda una opinión manifestada, se ve reducida a la orden de un tercero. Tal vez, nosotros mismos, aquí en Proyectar Nación seamos esclavos martilleros de dicho grupo si nuestro análisis propone un acercamiento diferente al que propone el gobierno.

Dejamos de lado esta primera parte, para hablar de una carta que nos llamó mucho la atención y que se concatena íntimamente con lo desarrollado hasta aquí y que, a su vez, legitima nuestra postura ya que se impulsa directamente de Tucumán: El día 25 de agosto en su página de Facebook, Constanza Gelsi, publicó su “Carta abierta a Víctor Hugo Morales” la cual fuera retransmitida, replicada o compartida en diversos medios impresos y digitales como por ejemplo: La Gaceta de Tucumán[5], Perfil y la página de Facebook Lanata Para Todos. El texto de la misma se encuentra al pie de este trabajo porque creemos que el mensaje es digno y necesario de ser leído.

En este espacio que nos queda, procedemos entonces compartir con el lector nuestra lectura de la carta, para luego acercarles nuestra visión respecto de las ideas de democracia que anhelamos para este país, nuestro país, la Argentina.

En primer lugar, destacamos dos temas fundamentales que constituyen al mismo concepto original de este artículo: el respeto. En tal sentido, la carta nos invita a reflexionar sobre los conceptos de democracia en relación al respeto y el segundo tema la necesidad del perdón y la disculpa como parte importante de las relaciones humanas basadas en ese respeto mutuo.

En segundo término, se abren, dentro del texto otras cuestiones fundamentales con las que concordamos fervientemente. Una de ellas es la polarización de los discursos como bien hemos planteado anteriormente. Así, Gelsi indica por un lado que en “medio de ésta absurda guerra de egos que llevan adelante el gobierno nacional y Clarín quedamos los ciudadanos” y por otro la sensación constante como habíamos marcado en nuestra nota Tevez-Santander, “la semilla del odio y la intolerancia” como lo manifiesta Gelsi, a los que nos vemos subyugados toda vez que diferimos en nuestras opiniones.

Puntualmente, la idea de una democracia (mult)inaria se ve afectada toda vez que nos agrupan bajo una bandera política solo por no coincidir. Gelsi, con una tristeza en su letra pero con una valentía en la tinta exclama sin temblar lo siguiente: “Permítame que les diga que los que pensamos distinto y no comulgamos con éste gobierno no somos fachos ni gorilas; que los que estamos en contra del clientelismo no estamos en contra de la inclusión social; que los que deseamos otra realidad para nuestro país no estamos en contra de lo nacional y popular. ¡Los que pensamos distinto no somos menos argentinos!” ¿Cómo podemos hablar de pluralidad en las ideas dentro de la democracia si nos fuerzan a estar dentro o afuera y/o en términos de todo o nada como si fuéramos ladrillos de una misma pared incolora y homogénea?

Dentro de este contexto, Gelsi categóricamente desmiente su complicidad con Clarín y nos acerca su visión de la realidad en Tucumán: “No necesitamos que Clarín nos diga que hay inseguridad, inflación, corrupción, desnutrición, narcotráfico, etc. Para eso basta ver la realidad. Basta salir a la calle todos los días y ver cómo nos matan por nada, basta ir al supermercado para saber que la plata no nos alcanza para llegar a fin de mes”. Sus palabras, a modo de testimonio, representan a muchos otros tucumanos que coinciden con ella.

Este pertinente reclamo de Constanza Gelsi a Víctor Hugo Morales, como respuesta a las acusaciones que hiciera éste, le implora a él, y nosotros agregamos a todos los políticos argentinos de cualquier bandera, “¡NO NOS SUBESTIMEN!” por favor. Basta de tratarnos como ciudadanos inmaduros y sin voluntad, es lo que añadimos.

En relación a esto, queremos abordar nuevamente la omnipotencia con que los medios manipulan la información y su miopía informativa, que actúa como un filtro, a la hora de elaborar la realidad por medio de la articulación de las notas periodísticas sus diversas formas. Para ello, antes que nada afirmamos que los ejemplos analizados anteriormente en el artículo relacionado a Tevez y al diario Página 12 o al reciente análisis sobre la opinión del periodista Víctor Hugo Morales, no suponen que el resto de los medios esté inmune de esta miopía.

Sin embargo, los recientes hechos ocurridos en Tucumán, junto a las declaraciones de Tevez respecto a Formosa, tomados en consideración por nuestro grupo editorial han derivado en el análisis discursivo de los medios señalados[6]. Dicho lo anterior, Morales en su discurso actúa sin pruebas, desdibuja la realidad percibida por otras u otros, se desentiende del efecto de sus palabras en la vida de las personas, y evidencia una irresponsabilidad profesional a la hora de ejercer el periodismo. ¿Se puede construir medios de prensa serios sin respetar al otro?

Ahora bien, si pensamos esta última pregunta, y la cruzamos con la democracia y el derecho a la libertad de expresión la cuestión incrementa su complejidad y el análisis debe ser mas profundo.

Imponer valores subjetivos a la prensa o la opinión pública desde el binario bueno o malo consiste en automáticamente aplicar un tipo de censura que no apoyamos. Nosotros creemos que este derecho a expresarse debería ser respetado en todos los ámbitos de la sociedad pero más aún por los politicos –primer, segundo, y tercer poder– y los periodistas –el cuarto. La opinión de un periodista preparado, la de los políticos, y en su conjunto, las publicaciones de la prensa comercial, deben respetar la responsabilidad social que asumen al momento de comunicarse verbalmente o por escrito. Es una cuestión difícil de resolver: libertad de expresión en contraposición con el respeto a la sociedad. Sin embargo, estos dos conceptos deben ser repensadas porque –en los casos de Morales y de Santander– algo han traspasado y por lo tanto provocan un rechazo a la construcción y negación de la realidad político-social de dos provincias argentinas incluidos sus pueblos y ciudadanos. Ser parte de un modelo político a cualquier precio, como en el caso de Víctor Hugo Morales, sin medir su responsabilidad social, equivale al deterioro de la democracia.

En estas elecciones emergen claramente los intereses políticos que sopesan los medios de comunicación. Negar la pobreza de Formosa y/o simplificar la manifestación popular en Tucumán, o desviar la atención de la caballería de la policía apaleando a tucumanos es negarle a los pueblos argentinos la oportunidad de encontrar un camino a la satisfacción de sus demandas sociales, políticas y por ende económicas.

La forma en que el oficialismo nacional y provincial atendió la violencia ocurrida en Tucumán y el tema de Tevez-Santander respecto a la pobreza en Formosa, podría ser resumida en dos acciones comunes: 1) Cuando la situación lo permite, como el caso de Tucuman, se puede aumentar la apuesta y 2) cuando la situación no lo permite, el caso de la pobreza en Formosa, opta por hacer silencio. Es un simplismo pero que nos deja una imagen del accionar de nuestros gobernantes.

Esta Carta Abierta debe hacernos tomar conciencia del valor intrínseco del ser humano a la hora de responder a sus intereses democráticos. Coincidimos con las palabras de Constanza Gelsi, porque con estos hechos “PERDIÓ EL PUEBLO” al margen de las banderas políticas que proclamen. “Lo que ocurrió es un grave atentado a la democracia […] y una muestra más de la intolerancia que vive el país” continúa en su carta, Gelsi. El fraude electoral no es un fraude contra un partido u otro, es el fraude contra el pueblo y en la última elección ha sido fraude contra los ciudadanos tucumanos incluidos los oficialistas y por “eso la gente decidió manifestar su malestar y su dolor”.

urnas-2

En definitiva el fraude político, social, y también el realizado por los medios de comunicación se constituyen como capas multifacéticas que se superponen y entretejen dentro de la estructura de nuestra sociedad toda incidiendo negativamente en el sistema democrático y en los valores que, percibimos, dicho sistema nos ofrece.

Debemos deshilachar la corrupción –“esa maldita enfermedad [que] se cobra la vida de la gente” como la define Constanza Gelsi– de la sociedad en que vivimos, analizar con la más aguda inteligencia las palabras de todos los actores que conforman los cuatro poderes mencionados, actuar sin banderas políticas pero con conciencia cívica, y mucho más, creemos esto en Proyectar Nación, debemos respetar la democracia porque respetarla es respetarnos a nosotros mismos. Ejercer este derecho es entender la democracia (mult)inaria como el ejercicio del respeto y la autonomía de todas las voces por igual.

Ya para cerrar, decimos que es muy importante recordar que Argentina está en un período de elecciones y eso implica incontables definiciones de posición. Desde Proyectar Nación hacemos un llamado a todos los actores sociales, políticos y económicos a moderar sus posturas cuando se participa de la construcción de la representatividad de los ciudadanos de cada municipalidad, provincia y próximamente de la Nación toda, porque polarizar la elección en kirchnerista o antikirchnerista, obliga a oficialistas y opositores a no medir en sus acciones las consecuencias futuras para nuestro pueblo y para todo el país.

Muchas Gracias.


 

Como es costumbre en este medio, lo invitamos a enviarnos sus opiniones, comentarios o reacciones a proyectarnacion@gmail.com o visitar nuestra pagina en Facebook Proyectar Nación.


Pies de Pagina

[1] Definición propia del grupo Proyectar Nación.

[2] El audio de dicho programa fue publicado en el diario Clarín, en su sección de Política, el día 25 de agosto en su edición digital, cuyo link agregamos junto al audio clip. http://www.clarin.com/politica/Elecciones_2015-Tucuman-escandalo-Victor_Hugo_Morales-TN_0_1418858293.html

[3] Imagen de “Waiting for the Worms” by Pink Floyd. https://www.youtube.com/watch?v=ktQ6EkeJ2sE

[4] Imagen de “Another Brick in the Wall” by Pink Floyd. https://www.youtube.com/watch?v=YR5ApYxkU-U

[5] La Gaceta de Tucumán, 26 de agosto de 2015. http://tucumanelige2015.lagaceta.com.ar/nota/651223/politica/tucumana-le-contesto-victor-hugo-morales.html?utm_source=facebook.com&utm_medium=social&utm_campaign=fanpagetucuman

[6] A modo de ejemplo, uno de los autores de esta nota es ferviente defensor de la apertura del fútbol televisado y por lo tanto de “Fútbol para Todos” como una herramienta de socialización de una parte significativa de la cultura argentina como lo es el fútbol. Mencionamos esto, porque mucha gente ataca esta postura por tildar la misma de oficialista y conjeturando ideas políticas a raíz de un solo tema. Este absolutismo: (a) no deja espacio para una democracia (mult)inaria y (b) todo lo posiciona en términos binarios sin admitir diferenciaciones internas.


 

Carta abierta a Víctor Hugo Morales (extraída del facebook de Constanza Gelsi)

Sr. Morales, ante todo quiero presentarme. Mi nombre es Constanza Gelsi, tengo 29 años, soy tucumana y argentina.

Le escribo porque necesito manifestarle el malestar que provocaron sus dichos con respecto a lo ocurrido en Tucumán el día 24 de agosto, el día del segundo Tucumanazo. Como supongo que habló desde la ignorancia, ya que no vive la realidad de mi provincia todos los días, permítame contarle como son realmente las cosas.

El domingo 23 de agosto se vivió un verdadero FRAUDE en Tucumán. No porque ganó el candidato oficialista y perdió la oposición (como a Uds les gusta recalcar). Sino porque PERDIÓ EL PUEBLO. Lo que ocurrió es un grave atentado a la democracia. Lo más sagrado que tiene el pueblo es su voz, su voto y la libertad de defender lo suyo; y eso NOS LO ROBARON. No son las 42 urnas quemadas, los cientos de telegramas falsificados, las urnas llenas antes de comenzar la elección, los bolsones, el clientelismo, etc. El fraude no es hacia la oposición. El fraude es al pueblo tucumano, y pegó duro! Por eso la gente decidió manifestar su malestar y dolor.

Escucharlo a Ud decir que la manifestación en la plaza fue orquestada por Magnetto y Clarín, y escuchar a autoridades nacionales naturalizar delitos o decir que desconocían lo que ocurría fue otra cachetada que tuvimos que aguantar los tucumanos. Otra vez, como el 10 de diciembre del 2013 cuando la Presidente baila en Plaza de Mayo durante los saqueos, NOS DEJARON SOLOS!

Permítame dejar las cosas en claro: la gente que se reunió en Plaza Independencia se convocó a través de las redes sociales de manera espontánea. No nos llevó Magnetto, no nos llevó Clarín. POR FAVOR, NO DESVIRTÚE NUESTRO RECLAMO!

Los tucumanos ayer dijimos BASTA!

Nuestro país y nuestra provincia están enfermos. Tienen en su sangre una enfermedad agresiva y destructiva; una enfermedad que duele y cala hondo. Esa maldita enfermedad se cobra la vida de la gente. Esa maldita enfermedad se llama CORRUPCIÓN.

Lo que se vivió el lunes en Tucumán es una muestra más de la intolerancia que vive el país. El gobierno y la policía reprimieron a ciudadanos que realizaban en forma pacífica su reclamo. Esa represión es resultado de la impotencia de un gobierno autoritario y feudal que ya no puede robarle y mentirle a su pueblo como lo hicieron durante 12 años.

Basta de poner excusas! Basta de buscar culpables en otro lado!

En medio de ésta absurda guerra de egos que llevan adelante el gobierno nacional y Clarín quedamos los ciudadanos. Es hora de asumir, de una vez por todas, la responsabilidad que le cabe al gobierno nacional y provincial. Es el gobierno y sus máximos referentes quiénes sembraron la semilla del odio y la intolerancia. Y Ud y tantos otros están haciendo crecer esas semillas. Permítame que les diga que los que pensamos distinto y no comulgamos con éste gobierno no somos fachos ni gorilas; que los que estamos en contra del clientelismo no estamos en contra de la inclusión social; que los que deseamos otra realidad para nuestro país no estamos en contra de lo nacional y popular. Los que pensamos distinto no somos menos argentinos!

No necesitamos que Clarín nos diga que hay inseguridad, inflación, corrupción, desnutrición, narcotráfico, etc. Para eso basta ver la realidad. Basta salir a la calle todos los días y ver como nos matan por nada, basta ir al supermercado para saber que la plata no nos alcanza para llegar a fin de mes. Basta ver a nuestros niños morir de hambre. Basta ver a nuestros hijos morir consumidos por la droga y olvidados por el Estado. Basta ver a políticos incrementar sus patrimonios sin poder justificarlo. Pero sobre todo, no necesitamos a Clarín porque tenemos voz propia. Somos ciudadanos pensantes, con sentido común y con profundo amor por esta tierra. NO NOS SUBESTIMEN!

En mi opinión personal, la grandeza de una persona radica en tener el valor de resistir el golpe más duro y en saber reconocer los errores y pedir disculpas.

Tucumán demostró al país nuevamente su grandeza, su valor para defender lo suyo y por eso ESTOY ORGULLOSA DE MI PROVINCIA.

Apelo a su grandeza para saber reconocer sus errores y pedirle a los tucumanos las disculpas que se merecen.

ATTE.